domingo, 29 de abril de 2012



Las cinco mayores ciberamenazas

Cada vez circulan más virus tratando de atacar nuestros teléfonos celulares.
Se sabe que los virus dan problemas, ya sean los que nos ponen enfermos como los que vuelven locas a nuestras computadoras.
Sin embargo, en la última década los virus informáticos han evolucionado a tal grado de sofisticación, que los criminales que los elaboran tienen cada vez más fácil robar nuestros datos personales.
La ciberamenaza mostró su cara más fea cuando el virus Stuxnet atacó infraestructuras iraníes en 2010, en un aparente intento por interrumpir su supuesto programa de enriquecimiento de uranio.
A medida que las computadoras se organizan y dominan cada vez más nuestro mundo, cinco amenazas claras pueden identificarse, asegura Eugene Kapersky, fundador y jefe ejecutivo de la firma de computación rusa Kapersky Lab.

El gran apagón

La primera amenaza es la ciberguerra, dijo Kapersky durante una conferencia sobre antiterrorismo celebrada este año en Londres.
Tomando nuevamente el ejemplo de Stuxnet, este es precisamente el arma utilizada en una ciberguerra. En este caso dejó inoperativas las instalaciones iraníes después de que sus computadoras sufrieran el ataque de este malware.
En un futuro, esto podría suceder a mayor escala, advirtió Kapersky. Por ejemplo, naciones enteras podrían quedarse a oscuras si los cibercriminales decidieran atacar plantas de generación energética.
Eugene Kapersky es el fundador de una de las mayores empresas de programas anti-virus del mundo.
"Y no hay nada, nada que podamos hacer al respecto", remarcó.
"Muchas plantas eléctricas tienen un diseño similar (y a menudo utilizan los mismos sistemas), por lo que todas podrían ser atacadas en todo el mundo", informó.
"Si esto pasa, podríamos ser llevados 200 años al pasado, a una era preeléctrica".
Tratados internacionales para el uso de las armas cibernéticas, similares a los establecidos para el control de armas biológicas o nucleares, podrían prevenir tales ataques. Muchos gobiernos se están dando cuenta de que se trata de una amenaza real.
Leon Panetta, secretario de Defensa estadounidense, dijo en enero que "la realidad es que existe la capacidad cibernética de echar abajo nuestro sistema energético… Paralizar el sistema financiero en este país para paralizar nuestro país virtualmente".
Al mismo tiempo, dijo Kapersky, se están invirtiendo grandes cantidades de dinero en el desarrollo de ciberarmas.
El pasado mes de diciembre, el Congreso estadounidense aprobó un plan para que sus militares pudieran usar métodos ofensivos en el ciberespacio si lo consideran necesario.

Manipulación de masas

La segunda gran ciberamenaza es el uso de las redes sociales para manipular a las masas, aseguró Kapersky.
"Estimamos que los criminales que atacan teléfonos móviles ganan entre US$1.000 y US$5.000 al día por persona"
Eugene Kapersky, fundador de Kapersky Lab
"Durante la II Guerra Mundial, se usaron aeroplanos para lanzar panfletos sobre el territorio enemigo, y lo mismo pasa hoy con las redes sociales", alertó.
Por ejemplo, el mes pasado rumores de golpe de estado inundaron la blogosfera de China, algunos incluso reportaron la presencia de tanques y tiroteos en las calles de Pekín.
"No habían tanques, todo fue una mentira", afirmó Kapersky, quien se encontraba en China en aquel momento.
"Pero si tal información la transmite alguien con gran autoridad y en un lugar donde millones puedan leerla, puede generar el pánico".
Las redes sociales tuvieron un papel clave en la coordinación de las protestas que tuvieron lugar durante la Primavera Árabe.
Kapersky aseguró que algunos de los organizadores de los levantamientos estaban ubicados fuera de estos países y utilizaron las redes para manipular a las masas.

Brecha generacional

La brecha generacional resultante de la tecnología podría tener consecuencias políticas.
La tercera amenaza es cómo las nuevas generaciones nacidas con internet se relacionarán con la política.
Los niños de hoy crecen en un mundo digital, pero en algún punto se convertirán en adultos y podrán votar.
"Si no hay sistemas de voto online, estos niños no acudirán físicamente para hacerlo, simplemente no lo harán, lo rechazarán", aseguró Kapersky.
"El sistema democrático podría colapsar, la brecha generacional entre padres e hijos podría ser mucho más grande, será algo político, con sólo los padres involucrados en política".
"Así que la falta de sistemas de voto por internet es una auténtica amenaza para la democracia del mundo occidental".

Ataques pirata

Durante años el la ciberdelincuencia ha sido un quebradero de cabeza para muchos usuarios. Recientemente esta amenaza se ha extendido a los teléfonos inteligentes.
Ninguna computadora está a salvo de los virus. Cada día, los cibercriminales infectan miles de máquinas en todo el mundo.
Aunque muchos creen que los Mac de Apple son inmunes a la infección, este mes más de 600.000 computadoras de Apple se infectaron con el troyano Flashback.
Un ciber ataque en masa podría dejar países enteros sin suministro electrico.
Piratear celulares inteligentes se ha convertido en un gran negocio en Rusia, Asia y muchos otros lugares donde los teléfonos prepago son algo común.
"Estimamos que los criminales que atacan teléfonos móviles ganan entre US$1.000 y US$5.000 al día por persona", dijo Kapersky.
"Infectan celulares con mensajes SMS que contienen virus troyanos que envían textos a un número que no es gratuito, hasta que la cuenta de la víctima queda vacía".
"Una persona normal no tendrá mucho dinero en su cuenta de teléfono, pero cuando cientos de miles de teléfonos se infectan, esto supone muchísimo dinero".
"Es como este chiste que tenemos en Rusia: ¿por qué estás robando a esta abuela, sólo tiene un rublo? Y el ladrón contesta: bueno, diez abuelas son diez rublos".
Y la amenaza aumenta dramáticamente. En diciembre de 2010, Kapersky Lab descubrió más de 1.000 nuevos troyanos tratando de infectar celulares inteligentes. Un número superior a todos los virus para celulares inteligentes identificados durante los ocho años anteriores.
El pirateo de celulares también resulta más atractivo ante el advenimiento del Near-Field Communication technology (NFC) para realizar pagos a través de nuestros móviles, como si fueran billeteras digitales.
"Para evitar que nuestro teléfono sea hackeado, la gente debería instalar un sistema de seguridad en él", dijo Kapersky, añadiendo que la tecnología debería estar más regulada.

Adiós a la privacidad

Finalmente, está el problema de que nuestra privacidad desaparezca.
"Al final del día, no es sólo dañino para tu persona, sino que el país entero se podría convertir en un rehén"
Eugene Kapersky, fundado de Kapersky Lab
"Actualmente, la privacidad no existe, tienes a Google Street view, aviones no pilotados que vuelan sobre las ciudades tomando fotos, cámaras en las calles por todas partes", dijo.
"Y por supuesto, están todas estas compañías que te piden tus datos personales y, a menudo, todo ello es innecesario".
Kapersky pidió públicamente a los gobiernos que regulara en mayor medida el tipo de datos personales que las compañías pueden pedir a sus clientes.
"Esto no es sólo dañino para tu persona, sino que el país entero se podría convertir en un rehén", advirtió.

 

domingo, 22 de abril de 2012

Imprima su propio robot




El proyecto aspira a que cualquier persona pueda desarrollar e imprimir sus propios robots funcionales.


Los robots que se imprimen podrían ser una realidad antes del final de la década si un proyecto en Estados Unidos logra sus objetivos.
Investigadores de varias universidades aspiran a desarrollar una tecnología que permitirá que cualquier persona diseñe e imprima su propia máquina en menos de 24 horas.
El equipo científico responsable del proyecto aseguró que facilitar la creación de robots especializados podría tener un "profundo impacto en la sociedad".
La financiación de esta iniciativa corre a cargo de la Fundación Científica Nacional, que ha concedido al proyecto US$10 millones.
"La investigación científica provoca adelantos en la ciencia, la ingeniería y la educación, y tiene un impacto positivo en la economía y en el logro de objetivos que ayudan a mejorar la calidad de vida. El gobierno de los Estados Unidos tiene un papel esencial a la hora de asegurar la financiación a largo plazo en estos campos", señala en la página web de la fundación su directora, Subra Suresh.
Según sus responsables, esta iniciativa tiene el potencial de realizar importantes avances susceptibles de ser usados en campos variados.
"Tiene el potencial de democratizar y personalizar la automatización para satisfacer las necesidades de cada individuo, sean estos personal de los servicios de emergencia en áreas remotas del mundo o profesores en las aulas de Estados Unidos", dijo la portavoz de la organización Lisa-Joy Zgorski.

Tecnología de próxima generación

En el proyecto, que se desarrollará a lo largo de 5 años, participan expertos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y la Universidad de Pennsylvania.
Los miembros del equipo admiten que no sería realista esperar la creación de una "máquina universal para hacer robots" en tan poco tiempo.
Aun así, han intentado desarrollar un programa informático que permitirá a los usuarios especificar ciertas características, como la habilidad para moverse en ciertos ambientes o la de manipular ciertos objetos.
Esto permitiría la creación de archivos de computador que actuarían como una receta para que ciertas máquinas construyan un robot desde cero, con la mínima participación humana.
En los últimos años las impresoras capaces de construir modelos en 3D han bajado de precio, con lo que más y más gente se las puede permitir.
El equipo responsable del proyecto espera que su trabajo lleve este fenómeno al siguiente nivel.
"Pensamos en la impresión como un gran conglomerado de técnicas que son accesibles y relativamente baratas", dijo a la BBC el profesor Rob Wood, de la Universidad de Harvard.
"Las impresoras en 3D son cada vez más accesibles pero nosotros queremos ir un poco más allá y crear robots que engloben múltiples funcionalidades, con componentes mecánicos y eléctricos, controladores y microprocesadores. Esto es algo que va más allá de la situación actual de este tipo de impresoras."

La democratización de la robótica

El profesor Wood dijo que espera que a largo plazo el proyecto señale el camino hacia la existencia de una especie de máquinas expendedoras, capaces de generar un robot en casa o en el equivalente a una tienda fotocopiadora del futuro por menos de US$100 la pieza.
La profesora Daniela Rus, del Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT, dijo que esto podría llevar a la creación de una comunidad de usuarios que comparten diseños y experiencias.
"Partiendo de nuestra filosofía de que si se puede imaginar se puede construir, creemos que este proyecto tiene gran potencial para tener un impacto en la educación, la salud y otros aspectos de la vida diaria", señaló.
"Imagine un mundo en el que los objetos impresos funcionales sean tan comunes como el papel impreso".
"Seríamos capaces crear rápidamente herramientas industriales y reconfigurar líneas de ensamblaje. Los robots hechos a medida pueden traer un nuevo nivel de flexibilidad a gente en sillas de ruedas, permitiéndoles alcanzar objetos que estén en estanterías o en el suelo, y podrían ser usados como kits baratos para proyectos en las aulas".


lunes, 9 de abril de 2012

¿Podemos fabricar una inteligencia artificial?

robot
Existen opiniones encontradas sobre si es posible fabricar una inteligencia artificial que pueda competir con la humana.
"¿"¿Es posible crear una verdadera inteligencia artificial? Y, si lo es, ¿cuán cerca estamos de lograrlo?", se pregunta el matemático Marcus du Sautoy.

Hace un tiempo, cuenta, se encontró a un neurocientífico amigo suyo que le preguntó.
cctv
Ninguna máquina puede procesar las imágenes obtenidas por cámaras de vigilancia como lo hacen los humanos.
Inteligencia artificial
Filósofos cuestionan que una máquina pueda relmente pensar como lo hacen los humanos.
Marcus du Sautoy
Marcus du Sautoy es matemático y profesor de difusión científica de la Universidad de Oxford.
"¿Supiste de Watson?". "No estaba muy seguro de qué hablaba", dijo, "¿Una nueva entrega de Sherlock Holmes?".
"Watson batió ayer por la noche el récord mundial en el programa Jeopardy", explicó.
Jeopardy es un programa de televisión estadounidense que pone a prueba conocimientos generales. El triunfo de Watson, una computadora, marcó un antes y un después en el campo de la inteligencia artificial (IA).

Humanos contra computadoras

En el mundo científico hay una serie de retos clave para cumplir el sueño de fabricar una inteligencia artificial y lograr que una computadora supere lo que puede hacer un ser humano.
Triunfar en Jeopardy es uno de ellos.
Puede que a algunos les parezca algo trivial, pero nada más lejos de la realidad.
Tomemos por ejemplo esta pregunta: "Qué elemento, de número atómico 27, puede preceder al "azul" y al "verde"?
El cerebro humano es capaz de procesar el lenguaje y rápidamente buscar en la enorme base de datos de su memoria la respuesta "cobalto".
Las computadoras son cada vez más buenas haciendo esto. Sólo hay que fijarse el modo en que parecen saber lo que estamos buscando en un buscador de internet sin que apenas les digamos nada.
No obstante, que los algoritmos matemáticos que ejecutan estos motores de búsqueda puedan vencer a campeones del mundo marcó el momento en que la inteligencia computacional dejó atrás a la inteligencia humana en lo que a buscar información respecta.
No es la primera vez que la IA es sometida a examen.
En 1999 la supercomputadora Deep Blue de IBM venció al entonces campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov.
Al requerir un análisis lógico profundo de las implicaciones de cada movimiento de ajedrez, éste quizás fue uno de los ejercicios más fáciles a los que se puede someter a una computadora. El pensamiento lógico es lo que hacen mejor.

El test de Turing

En una publicación de 1950 el matemático británico Alan Turing señaló que la clave del éxito de la IA es la comunicación.
Si usted hablara con una máquina a través de internet, ¿podría distinguir si se trata de una computadora?
Los seres humanos evaluamos la inteligencia de nuestros congéneres a través de nuestra interacción con ellos, si una computadora pudiera hacerse pasar por una persona... ¿podríamos decir que es inteligente?
Ya existen algunos candidatos que están muy cerca de aprobar este examen, conocido como el test de Turing, incluyendo al robot cleverbot.
No obstante, hay muchos expertos que empiezan a cuestionar el que la interacción sea el requisito clave de la inteligencia.
Incluso si una computadora pasa la prueba, no significa que entiende nada de la interacción.
De hecho, el filósofo John Searle, puso a prueba este concepto con un experimento llamado "La habitación china" que cuestiona el que una máquina pueda realmente pensar.
Un ser humano se ubica en una habitación con un manual de instrucciones en el que figura una respuesta apropiada para cada serie de caracteres chinos visibles en la habitación.
Aunque la persona en cuestión no hablaba mandarín, se demostró que podía mantener una conversación muy convincente con uno que sí lo hablaba aún sin entender nada de lo que él mismo estaba diciendo.
Searle compara al hombre de la "habitación china" con una computadora leyendo un trozo de código. Si la computadora no entiende el mandarín ¿cómo puede decirse que entiende lo que está programada para hacer?
Es un poderoso argumento que va en contra del test de Turing. Sin embargo qué es lo que nuestra mente hace en este mismo momento leyendo estas palabras?
¿Acaso no estamos simplemente siguiendo unas instrucciones? ¿Podría considerarse todavía que la computadora entiende mandarín?

Visión de computadora

Probablemente, el mayor reto a la hora de crear una IA es igualar la habilidad humana de procesar información visual.
Las computadoras todavía distan mucho de lograr el nivel que tiene el cerebro humano cuando interpreta lo que ve.
Un ejemplo claro son esas letras que nos piden que escribamos cuando algunos servicios de internet quieren asegurarse de que es una persona, y no una máquina, la que está tratando de enviarles un mensaje.
Es como un test de Turing a la inversa donde la computadora trata ahora de distinguir entre un humano y una máquina.
Los humanos somos capaces de distinguir entre estas rebuscadas letras mientras que la computadora es incapaz.
Esto es tan sólo un ejemplo de cuán mal las computadoras procesan los estímulos visuales, por ello esto se ha convertido en un reto crucial en el desarrollo de la IA.
Teniendo en cuenta la cantidad de cámaras de vigilancia que cada vez más abundan en los núcleos urbanos de todo el mundo, las firmas de seguridad adorarían tener una máquina que tuviera capacidades similares a las humanas.
Sin embargo, todavía tienen que depender de humanos para detectar en las pantallas comportamientos sospechosos.
Las computadoras tienden a leer las imágenes píxel a píxel y para ellas es difícil integrar esta información.
Por lo tanto, parece que todavía tenemos un largo camino que recorrer para fabricar un procesador que pueda rivalizar con la materia gris de 1,5 kg ubicada entre nuestras orejas.
Cabe recordar que nos ha llevado millones de años de evolución el darnos cuenta de la formidable máquina que es nuestro cerebro.